El desarrollo del ser humano trae consigo la aparición y póstuma evolución de nuevas formas de pensar y en consecuencia, de convivencia y producción.
La complejidad socio económica del siglo XXI, genera cierto caos entre las personas que en la contemporaneidad viven ideológicamente en la modernidad, pues no logran la adaptación al nuevo sistema capitalista de producción y valoración de lo inmaterial.
Actualmente, estamos generando nuevas formas de producción, pasando de la manufactura a la producción de signos y símbolos, producción bio-info; al mercado del conocimiento, capitalismo cognitivo; a la valoración del mercado bursátil sobre el comercial; al aprovechamiento y explotación inmaterial del ambiente, la cultura, la fe y todo cuanto mentalmente se relacione con el ser humano. El hombre postmoderno, se ve enfrentado a nuevas formas de producción, economía y mercadeo. Se pasa de lo particular- local a lo global- general, con lo cual se puede afirmar que estamos sometidos al proceso de globalización ideológica y económica.
Gran parte del porcentaje de producción actual, se aplica a los aspectos que definen un grupo social. En este orden de ideas encontramos el capitalismo cultural, relacionado con los grupos, etnias y culturas urbanas presentes y que generan un modo pensar y de actuar en beneficio de la sociedad y de su distinción. De igual manera, encontramos el ecocapitalismo, relacionado con una nueva forma de aprovechamiento del medio ambiente como es la promoción de la fauna y la flora local por medio de los parques naturales y recorridos turísticos.
Partiendo del punto que la contabilidad se encarga de los agregados de la economía y que ésta actualmente se ha visto sometida a múltiples cambios, la ciencia en mención se ve enfrentada a su primer gran problema, la imposibilidad de registrar todos los actos y procesos de producción inmaterial, los intangibles, pues su estructura y método, está determinado para la contabilización de todos los recursos físicos de la empresa representados en bienes materiales o dinero. En consecuencia, se ve la necesidad de generar nuevas ramas de la contabilidad que se encarguen de la medición, valoración y representación de los intangibles. Es de aplicación actual la contabilidad ambiental, que registra el impacto del hombre en el ambiente, así como el aprovechamiento y restauración del mismo después de su aprovechamiento. Sin embargo, este no es el único intangible por contabilizar, falta valorar el trabajo mental, el conocimiento y capacitación de las personas que producen los signos y símbolos que actualmente predominan en la economía y son productores a la vez de estados mentales que promueven la venta y adquisición de marcas y de artículos mentalmente necesarios por la sociedad de consumo.
Es de tener en cuenta, que el trabajo, la producción de información es reticular, su producción y transmisión es en red, por lo cual tiene procesos agregados en su elaboración, que al igual que el trabajo cognitivo, no son valorables por la contabilidad, como el hecho de la producción del estado mental que genera el afán por la obtención del producto o de la información. Se considera, que lo anteriormente mencionado, no es un modo de producción, sino una producción de modos y de mundos, pues todos los consumidores para obtener su diferenciación, terminan implicados en el proceso de globalización y estandarización de la sociedad.
En cuanto al mercado bursátil, la contabilidad no ha logrado su aplicación; pues no registrar el valor real de sus inversiones al dejar de lado la implicación económica de su inversión en la fluctuante bolsa de valores. El valor de la inversión en libros, es mucho menor al real, pues no capta las partes del dinero en la bolsa.
La contabilidad en la actualidad no es objetiva como es de considerarse, no puede cumplir a cabalidad con uno de sus objetivos, brindar información veraz y oportuna de la empresa para la toma de decisiones, pues el nuevo mercado transcurre en tiempo real y no da espera para la captación de la información, especialmente la relacionada con los intangibles, por tanto la información otorgada no es en tiempo real ni completa de acuerdo a los hechos económicos realizados por el ente.
La contabilidad, también se ve afectada por la globalización, la estandarización y la deslocalización del conocimiento impuesta por los nuevos modos de producción; su aplicación la vemos en la próxima obtención de las NIC, Normas Internacionales de Contabilidad, las cuales reestructuran el sistema y método contable manejado en Colombia para su adaptación e integración a la economía norteamericana, lo que permitiría que Colombia y otros países tengan relación directa con las actividades económicas estadounidenses.
Para el siglo XXI, la contabilidad es una ciencia que pierde trascendencia por su imposibilidad de ser objetiva, con todas las actividades que generan ingreso para el ente. Su propension al desuso esta marcada y debe corregirla por medio la implementación, de técnicas para la captación, valuación, medición y representación de los intagibles
Por: CATTERINE GONZALEZ
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